Esta mantis, a modo de miniescultura fosilizada, presenta un aspecto muy parecido al actual.
Actualmente, las más de 2.400 especies de mantis que hay, viven, sobre todo, en climas tropicales pero, los primeros fósiles de mantis, que datan de hace 135 millones de años, son de Siberia.
Algunos de los primeros fósiles de este insecto, presentan espinas en sus patas delanteras, al igual que las mantis modernas.
Esta pieza única y exclusiva de coleccionista es una muestra viva de la perfección de una especie que, apenas, ha necesitado evolucionar a lo largo del tiempo y que gracias a las inmortales cualidades del ámbar se ha hecho eterna.